El proyecto comenzó el 1 de septiembre de 2019. Hasta ahora, en una primera etapa, se ha recogido información de las principales fuentes de datos asequibles con el fin de homogeneizarla para poder capturarla en el futuro de manera directa. El objetivo es crear un gemelo digital del estadio, un modelo en 3D, en el que se pueda simular todo lo que ocurre y puede ocurrir de cara a gestionar la instalación. Ya hay soluciones de mercado que se sirven de sensores para, por ejemplo, modular el confort climático o controlar la apertura de puertas, pero este proyecto va más allá porque contará con simulaciones muy precisas sobre cómo las personas se mueven e interaccionan con las instalaciones en diferentes escenarios, tanto el día del partido, como fuera del mismo.
Un modelo de estudio del comportamiento
Solo hay que establecer las variables del seguimiento de los flujos de espectadores y analizarlas. En la fase que se va a iniciar ahora, la información obtenida de los sistemas de sensores de densidad y movimiento de personas, redes sociales, la información del acceso a los tornos, la meteorología, entre otras, se está introduciendo en el superordenador MareNostrum 4, del Barcelona Supercomputing Center (BSC), para empezar a generar simulaciones que puedan compararse con la realidad. La información que va a procesar este ordenador en una máquina convencional tardaría años en dar resultados, pero con su sistema de supercomputación en pocos minutos arroja resultados que nos permitirán entrenar y ajustar el modelo de estudio del comportamiento.
Una vez hecho esto, el modelo se irá mejorando y perfeccionando al introducir más información hasta que sus predicciones sean lo más precisas y exactas posibles. La idea es entrenarlo con preguntas what if. Por ejemplo, qué pasaría si se cierra determinada puerta. Si el modelo habla de que habrá acumulaciones de personas en unos lugares, habría que tomar las decisiones y cambios pertinentes para que no ocurra. Las variables pueden depender desde el perfil de los aficionados que vienen a ver al equipo visitante, -si se trata de sus seguidores o de turistas que están circunstancialmente en la ciudad ese día-, cómo está transcurriendo la competición y en qué posición se encuentran los equipos, el tráfico, si una estrella se ha lesionado…
Una experiencia a medida
Pudiendo anticipar el comportamiento de los asistentes para optimizar la circulación dentro del Camp Nou, este proyecto resolverá la dificultad que supone realizar obras en el estadio al mismo tiempo que se celebra la competición. Esta es la faceta fundamental del programa en el corto plazo. Con las obras, va a haber partes de las instalaciones que quedarán al descubierto y movimientos de maquinaria, lo que supone un reto en seguridad y usabilidad de las instalaciones.