Atención, concentración y emoción en el deporte
Atención es la capacidad de percibir correctamente los estímulos del entorno. Poniendo el ejemplo de un partido de fútbol, esos estímulos son múltiples y variados.
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únete ahoraEl baloncesto es un deporte de gran exigencia. Un jugador realiza aproximadamente mil acciones de media en un partido, y al menos una de cada diez requiere una alta intensidad. Estas incluyen movimientos explosivos como sprints, saltos, aceleraciones o deceleraciones.
El análisis pormenorizado de estas demandas físicas permite optimizar los entrenamientos, mejorar el rendimiento y disminuir el riesgo de lesiones. Un trabajo en el que han participado preparadores del F.C. Barcelona ha estudiado por primera vez y con alta precisión varias de estas variables, como las aceleraciones y deceleraciones (frenadas) a diferentes intensidades. Lo publican en la revista Kinesiology, y entre las diversas conclusiones destaca que, en global, las frenadas de alta intensidad son particularmente frecuentes y más numerosas que las aceleraciones. Estos datos permiten, por ejemplo, reorientar algunos de los entrenamientos para incidir en la carga con ejercicios excéntricos, especialmente adecuados para este tipo de movimientos.
Nunca antes se habían analizado con este nivel de precisión los movimientos de jugadores profesionales durante partidos de competición. Para hacerlo se usó una tecnología basada en acelerómetros que permite obtener datos de movimientos cortos dentro de un pabellón. “Los GPS tradicionales no permitían hacerlo en condiciones de interior”, explica Jairo Vázquez, preparador físico del club y primer firmante del artículo.
En el trabajo se estudió a los doce jugadores de la primera plantilla durante dos partidos oficiales completos, analizando sus aceleraciones y deceleraciones a diferentes intensidades, la relación numérica entre ellas y la carga externa total, una estimación global —calculada mediante un algoritmo— de los movimientos realizados durante el juego.
Los resultados y las conclusiones son varias. La más importante y consistente es que en todas las posiciones son más frecuentes las deceleraciones de alta intensidad. Estas frenadas son especialmente numerosas en los bases y jugadores de perímetro, seguramente por acciones de dribbling y de preparación de tiro, así como por la necesidad de reaccionar a las maniobras del oponente en la fase de defensa. Por el contrario, las aceleraciones de alta intensidad son especialmente frecuentes en los pívots, quizás por la duración más corta de las acciones en las que participan. De todas formas, esto último podría deberse a particularidades de la plantilla debido a la pequeña muestra analizada. “Nuestros interiores eran muy atléticos”, asegura Vázquez, “por lo que habría que tomar con reservas que estos resultados en particular se puedan generalizar”.
Las frenadas de alta intensidad implican un ejercicio neuromuscular de tipo excéntrico. Este puede entrenarse de forma muy eficaz y cada vez más accesible mediante poleas de inercia rotacional, como ha demostrado otra investigación del club. “Conociendo estos datos y el número tan elevado de frenadas de alta intensidad se refuerza nuestra idea de preparar a los jugadores para estas demandas, particularmente en pretemporada o en periodos de la temporada donde haya menos carga competitiva”, afirma Vázquez. Además, disponer de las relaciones entre aceleraciones y frenadas permitirá “compatibilizar este trabajo con tareas optimizadoras en la propia pista que enfaticen este ratio, como se hace en el fútbol con tareas en campo reducido”. No solo eso, también “permiten individualizar el trabajo por posiciones, incluso basándonos en la configuración particular de la plantilla”, asegura.
La investigación, sin embargo, no se detiene aquí. “La tecnología no deja de evolucionar. Ahora disponemos de un “GPS indoor” que podemos combinar con los acelerómetros y otros sensores inerciales para mejorar la precisión y la calidad, y para diferenciar mejor entre movimientos como saltos o impactos horizontales. Para optimizar el rendimiento deportivo es necesario basarnos en los datos que la ciencia nos está proporcionando”, concluye.
El equipo de Barça Innovation Hub
Aunque existen varios estudios al respecto, muchos de ellos han analizado estas demandas abarcando solo unas pocas variables o empleando ventanas de tiempo muy amplias. Un nuevo estudio realizado por preparadores físicos del F.C. Barcelona ha analizado con mayor precisión varios de estos detalles.
Un editorial publicado en la revista The Orthopaedic Journal of Sports Medicine —en el que han participado miembros de los servicios médicos del club— propone considerar la arquitectura íntima de la zona afectada, valorar a la matriz extracelular como un actor fundamental en el pronóstico de la lesión.
En este artículo, Tim Gabbet y su equipo proporcionan una guía fácil de usar para los profesionales cuando describen a los entrenadores la finalidad general de la gestión de la carga.
Por primera vez se demuestra que no hacen falta meses de entrenamiento, sino que dos semanas de un ejercicio apropiado bastan para mejorar significativamente tanto el volumen como la fuerza muscular.
El entrenamiento mediante ejercicios excéntricos es importante para prevenir lesiones. Sin embargo, un entrenamiento intensivo puede ocasionar también un cierto daño muscular, que es preciso vigilar para reducir al máximo el riesgo de lesión.
La resistencia cardiovascular de los deportistas se ha manifestado como un moderador del resultado de la carga a la que son expuestos.
A través de la visión por computador podemos identificar algunos déficits en cuanto a la orientación corporal de los jugadores en diferentes situaciones del juego.