Entrenar cuando no hay entrenamiento
Imaginar nuestro desempeño en cualquier práctica física ha demostrado ser un complemento estupendo para mejorar nuestro rendimiento deportivo.
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únete ahoraEl éxito de los líderes de un equipo tiene mucho que ver con su capacidad para inspirar y transmitir energía a los demás.1 Parece que aquellos que son capaces de transmitir confianza en las posibilidades de cada jugador y del equipo para tener éxito son mucho mejores que aquellos otros líderes que trasladan dudas o miedo ante un desafío.2
Una investigación3 ha analizado cómo influye la confianza que tiene el líder de un equipo en el rendimiento y en la confianza del resto de miembros del conjunto. Para ello los investigadores diseñaron un experimento en el que manipularon en dos sesiones de entrenamiento el nivel de confianza que mostraba el líder del equipo en su relación con el resto de compañeros. Se trataba de resolver cuanto antes una tarea de pase y otra de regate y finalización en el fútbol. La muestra estuvo compuesta por 144 jugadores de 12 a 17 años (edad media de 14,2 años y 7,9 años de práctica acumulada) que se distribuyeron aleatoriamente en 36 grupos de 4 jugadores. A cada equipo se le asignó posteriormente un líder, que no era conocido previamente por los participantes. En la primera sesión, las intervenciones del líder del equipo se orientaron para que demostrase un nivel de confianza neutral: no animó a sus compañeros de equipo, ni expresó ningún sentimiento positivo o negativo hacia los demás. En la segunda sesión se distribuyeron a los equipos en tres grupos de acuerdo con el nivel de confianza mostrado por el líder del equipo:
Neutral – El líder actuó exactamente igual que en la primera sesión.
Alto – El líder demostró un lenguaje corporal positivo (entusiasmo, confianza) en la capacidad del equipo para completar las tareas previstas suministrando refuerzos positivos individuales (por ejemplo: “buen pase”, “sigue así”, “buen control del balón”) y colectivos (por ejemplo, “bien jugado, equipo”, “seguid así y ganaremos la competición”).
Bajo – El líder propuso un lenguaje corporal de desánimo (gemidos, agachando la cabeza) y proporcionó mensajes individuales y colectivos negativos a sus compañeros de equipo (por ejemplo: “tu nivel de rendimiento es pobre, incluso mi abuela lo haría mejor”, “de nuevo un mal control”, “lo has hecho bien de pura suerte”, “con este equipo jamás conseguiremos ganar”).
Cuando se compararon los rendimientos alcanzados en la primera y la segunda sesión, se constató que cuando el líder del equipo mostraba una confianza alta en las capacidades individuales y colectivas de los miembros del grupo mejoró de forma significativa:
Por el contrario, una confianza baja por parte del líder del equipo provocó peores valores en los tres aspectos anteriores.
Así pues, parece que los líderes que confiesan su creencia en “nosotros” son capaces de conseguir una mayor identificación de los miembros del equipo con el grupo lo que puede conducir a un mejor rendimiento individual y colectivo. La confianza que el líder traslada mejora la percepción de autoeficacia individual y colectiva.
En cualquier caso, conviene recordar que las necesidades psicológicas en un equipo pueden pasan por cubrir al menos cinco tipos de liderazgo4: el líder social (el que crea un ambiente de trabajo que favorece el aprendizaje y el rendimiento), el líder anímico (el que es capaz de cambiar el estado de ánimo del equipo), el líder ejemplo de compromiso (el que demuestra al resto de miembros del equipo que lo que pide el entrenador es posible), el líder estratégico (el que supone la prolongación del entrenador en el campo) y el líder resolutivo (el que mediante su talento resuelve las situaciones comprometidas de los partidos).
Carlos Lago Peñas
Referencias:
1 Bass BM, Riggio RE. Transformational leadership. 2nd edn. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Associates, 2006.
2 Fransen K, Coffee P, Vanbeselaere N, Slater M, De Cuyper B, Boen F. The impact of athlete leaders on team members’ team outcome confidence: a test of mediation by team identification and collective efficacy. Sport Psychol 2014, 28: 347–360.
3 Fransen K, Steffens N, Haslam S.A., Vanbeselaere N, Vande Broek G, Boen F. We will be champions: Leaders’ confidence in ‘us’ inspires team members’ team confidence and performance. Scand J Med Sci Sports 2016, 26: 1455-1469.
4 Marí, P. Liderar equipos comprometidos. Barcelona: Plataforma Empresa, 2017.
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